martes, 17 de abril de 2018

¿Acosadores por naturaleza?

El universalmente reconocido en el mundo de la biología principio del actualismo nos dice que "el presente es la clave del pasado". 

Siguiendo este principio, resulta completamente lógica, incluso esperable, la escena que mis compañeros y yo vimos en clase de La Odisea de la Especie, en la que el Neandertal reacciona de forma casi agresiva ante el descubrimiento del Sapiens. 

Porque, pensémoslo, hoy en día el ser humano siente un miedo casi irracional a lo desconocido. Pero, y aquí reside el quiz de la cuestión, no solo tememos a lo desconocido, sino también a lo diferente. Puede que por temor a que nos haga daño, a no saber incorporarlo a nuestra mentalidad o incluso a que sea "mejor" que nosotros o que todo lo que ya conocíamos. 

Aplicando este ejemplo a nuestra vida cotidiana: el bullying.
¿Y si cada acosador fuese una suerte de Neandertal moderno y cada víctima un pobre Sapiens?

Pensemos, si me permitís la utilización de estereotipos, en el tipo de personas que sufren este tipo de acoso: niños pequeños con gafas o aparatos, personas con sobrepeso, con la piel de algún color que no sea blanco, con muchos granos, con una determinada condición económica o familiar... 
¿Cuál es el denominador común en todas estas víctimas?
Se salen de los patrones de lo que consideramos "normal".

Y, comparando nuestra actitud ante este tipo de gente con la de Neandertal frente a Sapiens, o ya no frente a Sapiens, sino mismamente frente al fuego; o incluso en la de un animal salvaje (que eso es lo que no dejamos de ser a pesar de nuestros intentos) frente a otro, o frente a cualquier tipo de condición o elemento que desconozca, podríamos plantear la siguiente cuestión: 


¿Es que no hemos evolucionado en absoluto? ¿Llevamos en nuestra naturaleza ese instinto de odio a lo diferente?

¿Seremos todos y cada uno de nosotros un acosador en potencia?

Daniel Couso 1ºB

No hay comentarios:

Publicar un comentario