domingo, 10 de diciembre de 2017

¿El asesino nace o se hace?

A día de hoy, siguen apareciendo prácticamente a diario asesinatos en los medios de comunicación. Esto me ha hecho reflexionar, y no es la primera vez que me pregunto si los asesinos nacen siéndolo, o bien, si por alguna clase de maltrato en un pasado ellos se han convertido en lo que realmente son.
En principio todos nos quedaríamos con la segunda opción, es decir, con que el asesino se hace.
Y cierto es que hay una gran influencia en nuestra educación, es decir, si nos educan al margen de la violencia ese será nuestro ejemplo a seguir, en cambio, si nuestra educación se basa en ella, tal vez seamos más violentos que los que han sido educados de la otra manera.
Un neurocientífico llamado Adrián Reine realizó un estudio analizando el cerebro de un elevado número de asesinos, y gracias a esto, pudo observar que todos tenían en común una actividad reducida en el área del cerebro que controla los impulsos emocionales, y una sobreactivación de la zona responsable de generar emociones. Esto quiere decir que los asesinos son más proclives al enfado, pero también menos capaces de controlarse.
Y ahí aparece nuestra parte de razón.
 Si estos presuntos asesinos han sido maltratados en sus infancias físicamente, su cerebro pudo haber sido dañado físicamente también, por lo cual pueden convertirse por ello en lo que son, y no por la educación que han recibido (que también) sino por las alteraciones en esas zonas de sus cerebros.
Además, aunque suene extraño, puedes heredar el ser un asesino.
Todos los hombres de una familia holandesa fueron asesinos, lo que provocó gran curiosidad entre numerosos científicos, y tras muchos años de investigación descubrieron que a todos les faltaba el mismo gen, el cual produce una enzima llamada maoa que regula unos neurotransmisores que a su vez regulan impulsos, por lo tanto, si careces de este gen, estás más predispuesto a la violencia, pero esto no te convertirá en asesino, aunque podría.
Como conclusión y para finalizar, podemos ver que los asesinos tanto nacen como se hacen, y obviamente este hecho dependerá del caso de cada uno, aunque tenemos la combinación asesina perfecta:
maltrato infantil+tendencia genética a la violencia.

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